Claro que Dios es bueno, pero ¿Cómo apreciamos su bondad?? ¿Podemos hablar de Él a la ligera??. Cada uno de nosotros puede descubrir la bondad de Dios en la naturaleza: “De la misericordia del Señor está llena la tierra” (Salmo 33:5). Sin embargo, esa bondad brilló aún más cuando el hombre se alejó de Él: “Nosotros también éramos…rebeldes, extraviados….viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombre, nos salvó” (Tito 3:3-5). ¡Sí, es bueno!
¿Cómo responderemos a su bondad?? “¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia…ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento??” (Romanos 2:4). Dios no fuerza a nadie, pero su bondad nos solicita. Su salvación es para los que reconocen su necesidad de ser salvos, se arrepienten de sus faltas y van a Aquel que les ofrece su completo perdón. ¿Y si no queremos??. La Biblia nos dice “Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios (Romanos 11:22).
“Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, más tenga vida eterna…El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él (Juan 3:16, 36).
Zac 9:17 Porque ¡cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo alegrará a los jóvenes, y el vino a las doncellas.
Sal 136:1 Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia.(A)
Editorial La Buena Semilla. 1166 Perroy (Suiza)